Vivimos en un
mundo cibernético en el que dependemos más del teléfono, con plan de datos, que
de nuestros propios ojos. Ya parece que caminamos por osmosis pues casi todos
vamos mirando el nuevo mensaje que nos acaba de llegar y perdemos de vista el
hueco en el que seguro metemos el pie. Debemos estar pendientes del celular 24
horas al día y 7 días a la semana… si por cualquier cosa no vemos el mail que
nos llegó, los clientes nos llaman histéricos diciendo que hace más de media
hora que enviaron el mail y no han recibido respuesta. Ya no hay como decir: “es
que estaba en una reunión”, “estaba ocupada” o cualquier otra cosa… ahora es
una obligación estar conectados todo el tiempo.
Este nuevo
mundo de los teléfonos y su conectividad todo el tiempo activo, nos ha llevado a
generar un nuevo idioma de abreviaturas y siglas que se volvieron parte de
nuestra cotidianidad. Según el nuevo abecedario cibernauta aparecieron
expresiones como OMG (que además viene traduciendo una frase en ingles: Ho My
God), reapareció de nuevo el conocido y tradicional TQM (te quiero mucho), se
usan solo las iniciales del nombre y el apellido para referirse a alguien, que
mejor que responder OK cuando lo que acaba de decir nuestro interlocutor nos
ofende en lo más profundo del alma o queremos terminar la conversación de una
forma rápida y cortante, en muchas ocasiones cuando decimos OK lo que queremos
decir es: “listo piense lo que quiera pero yo no estoy de acuerdo y podemos tener
problemas en el tema”… Pero lo mejor de todo son las emotions o caritas que
usamos para supuestamente complementar nuestras conversaciones… aunque en
realidad las usamos cuando no tenemos más que decir o cuando queremos cerrar el
comentario hiriente y sarcástico que acabamos de hacer. También las utilizamos
para evadir alguna respuesta importante, cuando nos quedamos sin palabras o
cuando simplemente no tenemos nada más que decir. Es el mejor recurso y entre
más tiernas sean mejor.
Hace poco
recibí un reclamo, claro de alguno de los sapos que suelo besar y nunca se
convierten en príncipes. Me hizo un comentario sarcástico y lo cerró con una
carita y un guiño… creo que para hacerme sentir menos mal, sin embargo a mi me
dio más rabia que ternura. Es el mejor recurso que se pudieron inventar para
tratar de cambiar el sentido de las cosas y para mandar a la otra persona para
la porra en un segundo. Ese día, cuando recibí la carita, quise tener al sapo
al frente con la carita del guiño en vez de su cara real y sacarle el ojito que
tenía cerrado solo para expresar mi rabia. Sien embargo después reflexioné y me
di cuenta que yo las uso de la misma forma. Por ejemplo cuando a uno por chat
le declaran amor eterno… lo primero que uno pone es una carita feliz agradeciendo
que te lo digan pero en realidad no sientes lo mismo entonces pones : J Otra es Cuando a uno le da rabia
lo que el otro acaba de decir mandamos una manita con el dedo gordo para arriba reemplazando el OK, esto significa que uno se acaba de molestar un poco con lo que
acaba de decir el otro pero uno está tan bravo que no vale la pena ahondar en
el tema… Pero que tal cuando a uno le cuentan un chisme… solo pones la carita con gafas. Otra es cuando a uno
el tipo que no le gusta le dice que está divina en su foto de perfil, lo mejor
es poner la carita sonrojada y con la sonrisa insinuada para no ser descortés pero en realidad lo estás mandando al carajo. Eso sí cuando nos dice algo el tipo que nos gusta, nos regamos
en prosa y le escribimos las cosas más lindas que se nos vienen a la mente; cuando es una persona x que no nos interesa solo ponemos la carita feliz y
cerramos el chat para no ahondar ni comprometerse con nada. Que tal cuando un
ex nos dice algo que nos mata de la rabia… lo mejor es cerrar la conversación
con una carita y cerrar el chat para no molestarnos más con lo que dice.
Yo soy una
fiel cibernauta que goza usando las emotions y que además bajo todas las que
encuentro. He descubierto que lo mejor de las emotions del mundo virtual es que
te permiten mandar a alguien para la porra de una forma muy educada y no tienes
que ahondar en temas de los que no quieres hablar. Además dices tácitamente si
alguien te interesa o no. Pero lo que es claro es que te da la forma de decir
algo cuando de verdad no sabes que decir… Y… como ya no tengo nada que decir
para terminar debo decir: