Introducción

Siempre he querido tener un espacio en el que pueda publicar mis escritos para aquellos que los quieran leer, no sigo reglas y simplemente dejo a mi imaginación que escriba lo que quiera decir. Escribo de todo, de la vida, bitácoras de viajes, lo que me preocupa y mil cosas más. Bienvenidos a todos aquellos que quieran conocer mi mundo!

jueves, 25 de abril de 2024

MI HISTORIA DETRÁS DE LA SERIE "EL SECUESTRO DEL VUELO 601"



 Yo Pertenezco a una  gran familia paisa de tradiciones de antaño. De esas familias de grandes hombres… recios, temerarios, fuertes y con una ética ejemplar… Acompañados de grandes mujeres que dedicaron su vida a mantener el orden en el hogar. Una familia protagonista de grandes historias y con grandes personajes; historias que siempre han hecho parte de nuestras vidas y han sido contadas un millón de veces en nuestras reuniones familiares (como sucede en cualquier familia común); historias que creíamos que solo quedarían entre nosotros, hasta que el 10 de abril del presente año, una de esas historias llegó a Netflix con el nombre de: “El secuestro del vuelo 601”. Una historia que protagonizó nuestro héroe familiar… mi tío… Pedro Gerardo Ramírez Restrepo: un hombre Recio, temerario, fuerte, determinado y con una ética ejemplar.

Pedro Gerardo era hermano de mi papá. Su viuda, mi tía, es hermana de mi mamá (dos hermanas casadas con dos hermanos). Él murió cuando yo era muy pequeña… la verdad que no lo recuerdo muy bien… pero a través de sus historias y del cariño que todos sentían por él, siempre ha permanecido muy presente en mi vida. Fue uno de los protagonistas del verdadero secuestro del avión de Sam, que hoy se conoce gracias a la serie como el vuelo 601 de Aerobolivar. Era el copiloto en la tripulación de relevo, porque en la vida real hubo dos tripulaciones: La tripulación comandada por el Capitán Lucena que fue secuestrada, y la tripulación de relevo comandada por el Capitán Molina. La primera tripulación después de tantas horas de vuelo, de varios despegues, aterrizajes y de sobrevolar varias ciudades de Latinoamérica, alerta a los secuestradores de que el avión no está en sus mejores condiciones y que además ellos están agotados. Piden entonces ser relevados y es cuando llega al avión, ya secuestrado, la tripulación de relevo comandada por el Capitán Hugo  Molina, con Pedro Gerardo Ramírez como copiloto, un técnico de vuelo de quien no recuerdo su nombre y dos azafatas (entre las cuales estaba la verdadera Edilma).

Esta historia siempre me fascinó… era mi favorita… pero era de la que menos se hablaba… Hace casi 13 años decidí investigarla para conocerla a fondo, porque como dicen los actores de la serie… “la realidad supera la ficción”. No encontré mucha información… Era como buscar una historia condenada a quedar en el olvido… Los protagonistas estaban muertos, no concia quienes eran las azafatas, no encontraba archivos de periódico, mi familia no contaba nada diferente a lo que ya habían contado miles de veces; y cuando preguntaba los detalles, solo respondían… “…Shhh ha! yo no me acuerdo”… en fin… Encontré un par escritos en blogs y nada más, (los mismos blogs que encontró Massimo Di Rico cuando inició su investigación). El secuestro fue en mayo de 1973… lo curioso es que Pedro Gerardo como Copiloto y Hugo Molina como Capitán, murieron juntos 10 años después en un accidente de un avión en otra compañía diferente. Murieron como tripulación de un avión de carga de la aerolínea de los Coulson… Tampa (Hoy absorbida por Avianca Cargo).

Me empeñé en recuperar esa historia. Imprimí los relatos que encontré y me fui a hablar con un amigo director de cine. Quería proponerle que estudiara la historia y miráramos la forma de hacerla una peli, o una serie, o algo. Yo sabía que tenía una gran historia entre mis manos. Me dijo (en lo cual tenía toda la razón) que no tenía mucha información del suceso, que la investigación que tenía era muy pobre para poder empezar a evaluar la posibilidad de hacer algo con ella. Además, que había que darle un giro a la trama para poder llevarla a la pantalla. Hablé con otro amigo productor y la respuesta fue muy parecida. Traté de ponerme a investigar más y encontrar más datos para presentar algo mucho más aterrizado, pero me encontré con un gran vacío de información.  Dejé algún comentario en uno de los blogs donde se hablaba de los accidentes pidiendo más información, pero nunca recibí respuestas. Entonces dejé los escritos conseguidos metidos en un cajón y dejé que la historia siguiera su camino al olvido.   

Hace 6 años más o menos, por Facebook me contactó un periodista e historiador italiano… Massimo Di Rico. Me dijo que como parte de un libro que estaba escribiendo, estaba reconstruyendo el caso de un secuestro de avión en Colombia en los años 70, cuyo nombre del Copiloto era Pedro Ramírez y el Piloto Hugo Molina. Massimo había visto el comentario que había dejado en uno de los blogs y como buen investigador, se dedicó a buscarme para preguntarme si era pariente de Pedro Gerardo Ramírez. Me sorprendió y me ilusionó el mensaje en cuanto lo vi… Lo contesté casi de inmediato, diciéndole que era mi tío. Comenzamos a hablar. Me dijo que era la primera familiar de Gerardo que le respondía, que había intentado contactar a sus hijas pero que ninguna había contestado. Sentía una enorme curiosidad por la historia del secuestro del avión de Sam y como la misma tripulación había muerto 10 años después en otro accidente con otra compañía, como si fueran los “Condenados del Aire”. El mensaje de Massimo fue el aliciente que necesitaba para sacar mis ganas de recuperar esa historia, así ya no fuera yo quien la escribiera.  Me puse manos a la obra a hablar con todos en mi familia. Ya no era yo sola la que buscaba información, era un periodista italiano que estaba interesado en sacarla a relucir.

Fue muy divertido… apenas hablé con mi prima Sara, que se puso a la cabeza de la misión como buena periodista que es, fue como encender una mecha de colaboración y todos nos pusimos a recopilar la información que cada uno tenía a la mano para que Massimo pudiera sacar la historia adelante. Mis Primos, los hijos de Pedro Gerardo, se contactaron directamente con él. Sara se dedicó a buscar entre los escombros que quedaban de la historia.  Lucy (otra prima), dijo que conocía a una de las azafatas que había estado en el secuestro… y así encontramos a la verdadera Edilma, (bueno en realidad la encontró Sara, pero yo siempre me he sentido parte de la historia y siempre me incluyo), quien aceptó a reunirse con Sara para una entrevista. Nos contó de primera mano lo que había sucedido durante el secuestro y cómo había sido “El pacto de Caballeros”, que habían cerrado el capitán y el copiloto de la aeronave con los secuestradores. Cuando ya se habían liberado todos los pasajeros y solo quedaba la tripulación, los secuestradores dijeron que se bajarían en Asunción, cada uno con una azafata como salvoconducto. Ya lo habían hablado con el Capitán Molina quien había aceptado. Pedro Gerardo no estaba de acuerdo (y con el genio característico de los Ramírez), lleno de rabia habló con los secuestradores y con el Capitán,  dijo que a las azafatas las dejaran en paz y que se lo llevaran a él. Cabe mencionar que además del mal carácter  de mi tío, era ex militar; manejaba las armas mejor que los secuestradores y era tremendamente fuerte. Se dice que a los secuestradores les dio miedo y acordaron  que se bajaría en ciudades diferentes, sin que nadie se diera cuenta hasta que el avión aterrizara en Buenos Aires, para que ellos tuvieran tiempo de escapar. Junto con la entrevista de Edilma, estuvo la entrevista de mi tío Carlos, que fue el único hermano que quiso participar. Sara le fue enviando el material a Massimo poco a poco, quien lo agradeció profundamente. Todos los primos trabajamos motivados por hecho de recuperar esa historia y hacerle un homenaje a mi tío Pedro Gerardo… nuestro Héroe familiar.

Al final el libro salió… “Los Condenados Del Aire”. No podía tener un mejor título. De todas las historias que Massimo investigó, se centró en la historia del secuestro del avión de Sam y como 10 años después su tripulación de relevo murió en otro accidente de avión. Lloré de la emoción cuando leí libro… un trabajo impecable, una investigación profunda y un enfoque imparcial para la historia de nuestro héroe.

Hace menos de un año, Sara (que también es actriz) me contó que la habían llamado para hacer el casting de la serie que se inspiraría en la historia del secuestro. Emocionada le escribí a Massimo para felicitarlo. Estaba muy satisfecho con el rumbo que había tomado su investigación… Netflix había comprado los derechos del libro para adaptar la historia a una serie de TV. Sara se ganó un papel en la serie, que aunque secundario, tuvo la oportunidad de cerrar esta aventura. Ella que investigó y colaboró en el libro, también se ganó el derecho de estar en la producción. Al menos una de las dos estuvo allí y logramos recuperar la historia del olvido.  

Resulta curioso… Ahora con la serie aparecen una infinidad de artículos y escritos que describen el suceso del secuestro… algunos bien informados y otros desinformados totales. Lo Triste es que muy pocos de ellos, hablan de la tripulación de relevo. Una tripulación cuyos miembros cuando salieron de sus respectivas casas rumbo a Aruba, para tomar un vuelo que ya estaba secuestrado por dos locos cansados y armados, que no se sabía si eran guerrilleros o no; se despidieron de sus familiares sin saber que podía pasar y si regresarían vivos de ese viaje. Se embarcaron en esa locura solo por hecho de cumplir con el deber, acompañados de un maletín con $50.000 dólares para empezar con la negociación.

10 años después el Capitán Molina y el Copiloto Pedro Gerardo Ramírez, vuelven a tener otra misión juntos, de la cual esta vez no salen bien librados. Tenían la misión de llevar un avión con un motor averiado a Miami para su reparación. Mi tío ya lo había hecho en varias ocasiones, por lo que no representaba peligro para él. Cuando despegaron de la ciudad de Medellín, algo falló y el avión se estrelló contra una fábrica en la 65 con 30 en Medellín. Los que oyeron la caja negra, dicen que solo se escuchó la voz de mi tío gritándole al Capitán Molina: “Nos vamos a matar… nos vamos a matar”. Ese fue el verdadero final de esa historia.

Gracias Massimo por recuperar nuestra historia del olvido.