Mis historias podrían tener cualquier nombre
de mujer, podrían desarrollarse en cualquier
lugar del mundo… hasta de pronto cualquier mujer soñadora se puede ver
reflejada en mis escritos sin importar la edad. Me he dado cuenta que la gran
mayoría de nosotras nos parecemos en nuestras experiencias si somos solteras, y
no solo eso sino que veo que mis historias y las de mis amigas podrían ser las
mismas. Solo cambian los protagonistas, como un modelo de melodrama que
nosotras mismas nos empeñamos en repetir. Al final las historias se repiten una
tras otra… Y el corazón ya no aguanta más lágrimas, pero sin embargo no se
quiere rendir de encontrar a ese hombre perfecto con el que algún día soñó.
Cuando era niña me encargué de encarnar a ese hombre en la figura del Ken.
Claro… Era perfecto, no hablaba y hacía todo lo que dijera la Barbie. Y eso no
existe, los hombres no nos dicen “lo que tu quieras mi amor”, en cambio
nosotras por lo menos lo intentamos.
Hablo con mis amigas… y nuestras historias se
entrelazan unas con otras. Todas al fin y al cabo tenemos los mismos problemas;
no encontramos a la persona con quien compartir y vivir las historias de
nuestros abuelos, que vimos envejecer y algunas los vimos hasta morir juntos.
No encontramos con quien vivir nuestros sueños… Ya hasta prefiero no pensar en
los sueños compartidos. Los sueños individuales dependen de uno mismo, pero los
sueños compartidos son tan difíciles de cumplir, que a veces pienso que es
mejor seguir sola para no frustrar más el corazón. Entonces todas tomamos la
vía más rápida, desparecer. Irnos de viaje, buscar trabajo en otro país…
pensamos que si desaparecemos huimos de nuestra realidad, de nuestra soledad.
Pero llegamos a otro país, y aparece otro sapo, nos volvemos a enamorar, y al
final volvemos a quedar igual que al inicio… Solas y con ganas de huir de nuevo.
Estoy de acuerdo con una amiga mía que dice; “(…) si después de todas las terapias a las
que he ido, no me he curado… ya parece que no me voy a curar. Mas bien
deberíamos enviar a los hombres a que vayan a terapias a ver si maduran”. Y
tiene razón… Aunque viéndolo bien, el problema si somos nosotras que buscamos
en los pantanos lo que deberíamos buscar en los castillos. ¿Pero donde están los
pinches castillos que no los veo? La verdad me estoy cansando de soñar en
pareja…
Podríamos mirar cuales son las diferencias
entre lo que buscan los hombres y lo que buscamos las mujeres, a ver cual es el
punto de desencuentro entre los dos: Nosotras buscamos estabilidad, los hombres
no quieren sacrificar su vida de solteros… Aunque eso es una mentira que ellos
se inventaron para decirnos a nosotras cuando no llenamos sus expectativas.
Después salen con la otra y el discurso cambia mágicamente. De pronto un día,
después de varios meses de haber terminado nuestra relación, nos los
encontramos en el centro comercial. El que no quería casarse, anda de la mano
con una niña 10 años menor que nosotras y un gran diamante en la mano de ella.
Sentimos un baldado de agua fría que nos recorre desde la cabeza hasta lo pies,
tragamos saliva, nos vemos en sudadera, sin peinar; en cambio la nueva
acompañante de nuestro ex amado, perfectamente bien arreglada, y con estilo
tipo Barbie. Él en cambio más gordo de cuando había estado con nosotras,
calvo, y en sudadera. Entonces nos
saludan y nos presentan: “Hola Margara
como estas… mira te presento a mi prometida”. Ahí dice uno AUCH… duele hasta el
fondo. Vaya… entonces solo decimos: “(…) hola mucho gusto, bueno te dejo que
voy de afán”. Mientras hacemos maromas para no llorar. Salimos casi corriendo
al baño, para derramar la tonelada de lágrimas que albergamos en nuestros ojos
y al fin desahogar la gran frustración que nos queda por dentro. ¿No que no se
querías casa? Perro, maldito. Pero queda claro, no era que no se quisieran
casar, el problema era que nosotras no llenábamos sus expectativas de vida.
Menos aun, no cumplíamos todos los
cheks, para que el decidiera compartir su vida a nuestro lado. Con los años las mujeres nos volvemos
intolerantes, libres, y a veces eso no es tan atractivo para los hombres. Y
nosotras no soportamos que nos digan que debemos hacer. Pero así somos, y por
eso hemos luchado muuuchos años. Entonces ¿que nos piden de más? ¿Cuáles son
los cheks que debemos llenar? ¿Será que nos debemos ver más jóvenes? ¿volver a
ser las niñas sumisas que ellos puedan moldear a su antojo? ¿No tener pasado?
Wow… No lo sé… pero somos muchas las que ya parece que nos acompañaremos entre
nosotras, porque lo que son los hombres que hemos amado siempre parece que
buscarán a otra mujer. Así alguna vez nos hayan dicho que nos amaban, nunca
somos las indicadas para ellos. Y lo peor es que cuando nos terminan, parece
que todos hubieran aprendido el mismo discurso en el mismo colegio o algo así:
“No eres tu, soy yo, eres una gran mujer, espero y encuentres al hombre que te
merezca, pero yo no soy para ti…” y bla bla bla. Creo que la gran mayoría de nosotras hemos
vivido esta situación, y siempre los encontramos después y nos cambiaron por
una 10 años más joven… nunca por una 10 años mayor… ¿O si? A la que le haya
pasado por favor cuénteme y hacemos un nuevo blog con su historia. Pero no nos
digamos mentiras, la gran mayoría de las veces nos cambian por una 10 años más
joven, con menos estrías, sin várices, y sin celulitis. De verdad… ¿eso es tan
importante para ellos?. Entonces estamos muy mal, ellos buscan una Barbie, y
nosotros un ken. Creo que nunca nos vamos a encontrar.
jajajaja totalemente cierto esto que escribiste : Y lo peor es que cuando nos terminan, parece que todos hubieran aprendido el mismo discurso en el mismo colegio o algo así: “No eres tu, soy yo, eres una gran mujer, espero y encuentres al hombre que te merezca, pero yo no soy para ti…” y bla bla bla.
ResponderEliminarMi madre era modista y trabajaba en casa. Solo le cosia a señoras. Por casa desfilaron muchos cuerpos de todos los estilos y para todos los gustos...unas mas jóvenes que otras y otras mayores...muy mayores. Recuerdo escucharlas hablar...hablaban mucho...hablaban de todo...algunos temas los entendí justo al llegar a la pubertad...aprendí a escuchar y a retener información...siempre he sido muy tímido pero creo que por el entorno en el que crecí nunca he tenido problemas para relacionarme con las mujeres...muchas de las clientas de mi madre fueron objeto de mis fantasías...empecé tarde en hacer por lo menos el esfuerzo de cumplir alguna pero fracasé en el intento. Pensé que era por feo...no...era por miedo...el miedo se nota...se nota mucho...y no gusta...desinfla...esto lo aprendí una vez mas...escuchando ( poniendo cuidao)...sabes Margara que pasa con los ken? Que son unos mariquitas acomplejaos...que no soportan la idea de que las barbies de ahora son exitosas, inteligentes, que ganan mas dinero que ellos y que mandan y deciden en la cama...el problema es que el ken no ha evolucionado...la barbie si. La barbie no es aquella 10 años menor que tu...la barbie eres tu...ni te molestes en buscar un ken....mariquitas, acomplejados y ademas ciegos...hay muchos arnulfos, vicentes o gustavos que te haran reir mas.
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